Los Caminos de La Plata en España y América

Ruta de la coca en Perú

En el virreinato del Perú, la explotación de sus yacimientos sólo fue posible mediante la mita indígena, la utilización del mercurio en la amalgamación y el empleo sistemático de la hoja de coca como vigorizante en el trabajo minero. Mita, mercurio y coca son, de este modo, los tres principales elementos que hicieron posible la obtención de las cantidades de oro y, especialmente, plata que llegaron desde Perú a España entre los siglos XVI y XIX.

De ellos, el que menos ha sido estudiado es la hoja de coca. Por dicha razón, se propone una ruta que abarque el camino que, en su momento, se utilizó para trasladar la hoja desde las zonas de cultivo (cocales) a los centros mineros de consumo, fundamentalmente Potosí.

Los restos más antiguos de hoja de coca en el área andina han sido descubiertos en enterramientos ubicados en Ayacucho (Perú), que tienen una antigüedad de 5000-4000 años a.C.. Y la primera referencia a la coca conocida en resto arqueológico es una cerámica perteneciente a la cultura Valdivia encontrada en la costa sur de Ecuador, que ha sido fechada en unos 3000 años a.C.La presencia de los útiles para el uso de la coca y los hallazgos de cerámica con representación de mascadores son abundantes en las culturas preincaicas lo que sugiere que la hoja de coca fue un elemento de gran significación para estos pueblos. En las áreas preincaicas productoras de coca se ha constatado que la masticación de coca fue una práctica ampliamente difundida entre la población y no un privilegio de la élite local. En el período preincaico, las hojas de coca fueron utilizadas como objeto de trueque, elemento ceremonial, religioso y de integración social y sustancia estimulante y medicinal, aunque parece que la función principal de la coca fue la mágico-religiosa, siendo utilizada principalmente como ofrenda a los espíritus andinos. El empleo en los contextos funerarios demuestra un uso ritual y cotidiano.

Los incas iniciaron su expansión territorial hacia 1250 a.C. a partir de un núcleo inicial en Cuzco (Perú), alcanzando su máximo desarrollo hacia 1450, momento en el que los pueblos bajo su dominio cubrían una superficie de casi 2 millones de km². Los incas elevaron el rango de la coca al máximo nivel, siendo un elemento imprescindible en los rituales llevados a cabo por el emperador, las élites incaicas y los sacerdotes.

Cuando llegaron los españoles, desmantelaron la práctica de los rituales incaicos, por lo que aumentó la disponibilidad de hoja. Como no impidieron el uso personal a la población, la coca siguió utilizándose en áreas cada vez más amplias y alejadas de las zonas cocaleras, a las que ahora llegaba la hoja que años antes había sido acaparada por la élite inca.
Viendo los españoles el deseo de los indígenas de consumir coca, intuyeron el negocio que el cultivo y la comercialización de la hoja podía suponer, por lo que rápidamente se hicieron con los cocales incrementando en lo posible la superficie cultivada, lo que permitió poner en el mercado considerables cantidades de hoja.

Las razones para que el consumo de coca aumentara vertiginosamente durante el siglo XVI en Perú, aparte de una casi inagotable disponibilidad de la hoja, fueron las connotaciones religiosas y culturales que siempre tuvo desde épocas preincaicas, las propiedades estimulantes y medicinales de la planta y ser un elemento de trueque que llegó a ser fundamental en la economía indígena.

En lo que respecta a su uso en minería, la hoja era utilizada sistemáticamente en el laboreo de las minas andinas debido a que retrasaba la percepción de cansancio, mejoraba la sensación de frio, mitigaba el hambre y, finalmente, constituía un ocasional alimento alternativo debido a sus propiedades nutritivas.

Hojas de coca	Llamas medio de Transporte
Minero mascando hojas de coca	Transporte

La ruta del transporte de la coca

Los españoles retomaron los cocales del estado inca los cuales estaban ubicados, casi en su totalidad, en los valles cálidos de la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, denominados genéricamente yungas. Sin embargo, debido a que Cuzco fue una de las primeras poblaciones importantes ocupadas por los españoles, las plantaciones que inicialmente desarrollaron fueron las situadas en sus proximidades.
Otras plantaciones incas promovidas más tardíamente fueron las de los yungas de La Paz, de Cochabamba y La Plata (los tres situados en la actual Bolivia).

En concreto, puede decirse que en el siglo XVI la mayor parte de la coca se llevaba a Potosí desde los yungas del Cuzco. Después, a partir del siglo XVII, los yungas de La Paz fueron los principales suministradores decayendo sobremanera los cuzqueños. Los yungas de Cochabamba y La Plata siempre tuvieron una importancia secundaria ante las produccicones de Cuzco y La Paz.

Como lugares representativos del cultivo de coca colonial, se pueden citar los siguientes:

Yungas del Cuzco: Paucartambo, Avisca, Tono, Toaima, Huanta y Huantico.
Yungas de La Paz: Coroico, Chulumani, Camata, Palca, Coripata e Inquisivi.
Cochabamba: Totora, Cochabilca, Pocora y Chapare.
La Plata: Tarabuco.

Ruta de la coca

Conclusiones

La coca hizo posible la explotación de la plata en las cantidades producidas durante la colonia.
La llegada de la plata a Europa modificó los hábitos económicos de la época y la coca tuvo mucho que ver en ello.
La coca fue un elemento económico y de trueque fundamental en la época colonial.
La coca tuvo un importante papel en la cosmovisión andina.
La ruta de la coca estuvo vigente hasta que los vehículos motorizados modificaron los patrones del transporte.
La coca es una planta estigmatizada a la que se debe reconocer el importante papel que ha jugado en la cultura andina y en la historia económica del Perú, de España y de Europa.
La hoja de coca merece un reconocimiento internacional que bien pudiera venir por el desarrollo de una ruta patrimonial desde los cocales de los yungas del Cuzco a Potosí, con ramificaciones a los yungas de La Paz, Cochabamba y La Plata.

Autor: Enrique Orche